sábado. 15.03.2025
LA TRANSPARENCIA ES EL ANTÍDOTO CONTRA LA HIPOCRESÍA

El inconcluso proyecto de la Comunidad Islámica de Zaragoza 2/2

* Equipo

* La corporación CIE&UCIDE  ha ido tejiendo una desaliñada sinfonía de decadencia moral y de enaltecimiento de su propio ego, con un colectivo de fondo en forma de mudo espectador y que nunca participó por falta de oportunidad

* La corporación expone y promueve una atmósfera  hipnótica que revela la disonancia de su naturaleza y la brutalidad plástica con la que condimenta su nefasta gestión. Se trata de un experimento en el que fluyen las formas  sin ser lo que son, un modo de recordar que las apariencias ocultan a menudo la oscuridad que subyace bajo la superficie

 

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Según el diccionario, una mezquita es: "Un edificio destinado al culto islámico; consta de una sala de oración en la que se halla el mihrab (nicho u hornacina orientado hacia La Meca), de un minarete (torreón desde el cual se llama a los fieles a la oración) y de una fuente para realizar las abluciones o purificaciones”

Y según la tradición musulmana: Una mezquita es un edificio dedicado al culto musulmán. Consta, como mínimo, de uno o varios minaretes, desde los cuales se llama a la oración, y que se constituye como señal de su emplazamiento físico y de su propia identidad, cuenta también con un mihrab (nicho u hornacina), punto desde el cual el imam dirige la oración de los fieles. Las mezquitas gozan de una distinción arquitectónica, siendo uno de los signos más relevantes  de la arquitectura musulmana.  Las mezquitas han evolucionado significativamente desde los espacios al aire libre, como lo fueron en sus principios las de Quba y la del Profeta, sws, en el siglo VII. Hoy en día la mayoría de las mezquitas tienen cúpulas elaboradas, minaretes y salas para orar con ricos diseños en sus techos, paredes y patios. Culturalmente, las mezquitas no son solo lugares para orar, sino también lugares para aprender sobre el Islam y para encontrar en ellos ese clima de paz y sosiego que ansía todo creyente a la hora de ejercer su fe, así como para sumar fe colectiva y fortalecerla en todos sus ámbitos sociales y culturales. Toda mezquita tiene como una de sus funciones principales ofrecer un espacio para orar y para el reencuentro de los fieles y sin que en el mismo exista lugar para ningún tipo de crispación.  El afán de las mezquitas es tener a la serenidad como huésped principal y permanente,  siendo éste su activo más valioso y emblemático.

Hoy en día cualquier sitio en el que se reúnan musulmanes para orar, ya sea sótano, garaje, piso,  se denomina “mezquita”, cuando en realidad no lo es; antes bien, esos lugares deberían llamarse lugares/espacios de culto sin más, pero nunca mezquita, pues no lo son, y asignarles tal distinción es rebajar a muy poco lo que en la arquitectura islámica fue una constante en cuanto a belleza, sensibilidad y renovación constante.

Incluso la Comisión Islámica de España, y de unos pocos, puso en marcha un cursillo de imames para mezquitas, así denominado, lo que da fe del grado de contaminación de esta entidad, para la que todo sitio en el que se rece es mezquita. Abrir mezquitas en España es una tarea titánica. Una gran mayoría de musulmanes siguen realizando sus oraciones en salas muy alejadas del concepto real de `mezquita´.

Algo de eso intentó en 2016 Fawaz Nahhas, presidente sine die de la Comunidad Islámica de Zaragoza, en adelante CIZ, que vio truncados sus deseos de un gran centro musulmán en la capital aragonesa cuando el Ayuntamiento rechazó cambiar el uso de una parcela que la CIZ solicitó para construir  un centro con espacios sociales, educativos, de ocio y de culto.

El Ayuntamiento denegó su solicitud de cambiar el uso industrial de una parcela ubicada entre el barrio Oliver y Valdefierro para darle un uso religioso y sociocultural, a pesar de que  en esas fechas sí permitió una modificación similar en Cogullada para la iglesia evangélica de Betel, según publicaba el Heraldo de Aragón. Noticia Heraldo de Aragón

Fawaz Nahhas mostró su desacuerdo con la decisión del ayuntamiento, así como que declaró que estaban dispuestos a invertir 7 millones de euros en la construcción del centro, señalando que la financiación   llegaría de "diversos donantes", principalmente "fundaciones de países musulmanes" que son "muy fiables".

Transcurridos 8 años desde aquel carpetazo por parte del ayuntamiento de Zaragoza, nada se ha vuelto a saber de aquel proyecto de los 7 millones, de los cuales parte se podría haber invertido en judicializar la negativa del consistorio y profundizar un poco más en ese agravio comparativo frente a la iglesia evangélica, pero nada de eso se hizo.

Mal han debido ir las cosas desde entonces como para que la CIZ activara en mayo de 2023 una campaña en islamicfundraissing solicitando 200.000€ para pagar y reformar unos locales en la calle Doctor Jesús Valdés de Zaragoza.  Campaña Comunidad Islámica de Zaragoza

La Comunidad Islámica de Zaragoza archivó el proyecto de los 7 millones por otro muy distinto. Así las cosas, el 19/09/2023 solicitó  licencia de actividad para un proyecto que en nada se parece al que se pretendía en 2016,  siéndole asignado el expediente de referencia 46812/23. Pero una cosa es solicitar licencia de actividad y otra que se dé por concedida. Hasta hace unos días el expediente estuvo  en fase de exposición pública, lo que supuestamente implica que cualquier ciudadano puede presentar alegaciones.

El expediente contempla 7 aulas para clases de árabe y religión, diversas salas, recepción, aseos, incluso servicios de peluquería, entre otros. En los planos no se contempla ningún espacio dedicado al culto, es decir, aquel deseo expuesto en 2016 para mejorar las condiciones de rezo de los musulmanes de Zaragoza ya no es una prioridad. Ahora prima el mayor número de aulas posible y con ello el mayor número de alumnos.

Según plano, las nuevas instalaciones podrían dar cabida a más de 150 menores en cada turno.

Con un proyecto de  licencia de actividad recién iniciado, el cual exige tiempos y verificaciones diversas y con unas obras de las que nadie informa, los responsables de la escuela no escatiman esfuerzos para conseguir matrículas, todo ello sin tener claro si podrán abrir, al menos de forma legal y ordenada, así preservando la seguridad de los menores.

La seguridad de los menores exige inspecciones de calidad, de modo que los espacios destinados para su formación cumplan con el Real Decreto 513/2017, de 22 de mayo, por el que se aprueba el Reglamento de instalaciones de protección contra incendios.

En una breve y nada agradable conversación vía WhatsApp con uno de los promotores del proyecto, indicó que esperan estar listos “en una o dos semanas” (finales de octubre 2023). A la pregunta si ya tienen licencia de actividad respondió que “Con una declaración responsable ya podemos abrir”. Puestos al habla con el Ayuntamiento de Zaragoza no ha sido posible confirmar dicho extremo.

COLEGIOS A LA VISTA

“… matricula a tus hijos para que no se queden fuera…”

En unos audios a los que ha tenido acceso IN, uno de los impulsores de la escuela de árabe y religión de la Comunidad Islámica de Zaragoza anima a un padre para que dé el paso y matricule a sus hijos  en el nuevo local para el que la CIZ  solicitaba hasta hace muy poco 200.000€ para pagar el 50% pendiente por la compra de los locales y para obras de reforma.

Existe premura para matricular, pero no para publicitar debidamente información sobre el horario lectivo, detalle de los cursos por edad y contenidos, y la formación académica y religiosa de los docentes, pues tan pernicioso es no aprender nada como aprender mal.

Los precios de las matrículas no son ninguna ganga. Son cuotas anuales a pagar por anticipado. Los precios que figuran como “mensuales” son a título informativo y no se aplican.

precios de clases árabe

Miembros del colectivo musulmán que han vivido de cerca la gestión de Nahhas al frente de la Comunidad Islámica de Zaragoza, no dudan en calificarla de ineficiente y falta de transparencia. Tanto es así que impulsaron la plataforma Unión de Mezquitas de Zaragoza como fórmula alternativa para la recogida de fondos durante la celebración de las festividades musulmanas más importantes, como es el fin de Ramadán y Eid al Adha (Festividad del Sacrificio). 

La plataforma, con algo más de un año de vida viene recogiendo fondos y repartiéndolos entre todos los lugares de culto de la ciudad de Zaragoza para su conservación y mantenimiento. Según algunas fuentes, en este último año el importe de las donaciones ha estado en torno a los 10.000€. La opinión de los promotores es que “antes se recogía más”, y que la gente “cada vez se fía menos”.

El mecanismo para recoger dinero durante las celebraciones de las dos festividades más importantes del Islam viene de muy atrás y tenía como objetivo estrella la construcción de un gran centro musulmán en la capital aragonesa con mezquita incluida, cosa que hasta la fecha no han podido ver con sus ojos los feligreses que año tras año han ido realizando aportaciones para culminar los proyectos inacabados de  la Comunidad Islámica de Zaragoza.

La opacidad de quienes tienen entre sus manos la  gestión de los asuntos de los musulmanes de Zaragoza y provincia no es nueva en el universo musulmán español, donde la transparencia, la participación, el mérito y la publicidad brillan por su ausencia. Y esto es un mal endémico que aqueja especialmente a la corporación  CIE&UCIDE y sus ramificaciones, pues hay entidades que mantienen cuidadas sus consciencias haciendo públicas sus cuentas, como es el caso de la Fundación Mezquita de Sevilla, entre otras, todas ellas independientes y distantes de la corporación CIE&UCIDE.

El inconcluso proyecto de la Comunidad Islámica de Zaragoza 2/2