
Nuestro último artículo sobre la FEERI y sus embrollos académico-mercantiles ha soliviantado los ánimos de algunos de sus responsables, en especial de quienes andan en esa sala de máquinas de la International Islamic University, IIUS, tanto como que han llegado a tildar a nuestro medio de “Fitna”, es decir, caos, revolución, que fomenta estallido social…
En realidad, Islamnews.es (IN) no es más que un periódico modesto pero fiel a sus principios, y nunca publicó nada que no fuera cierto. No tiene agenda y no sigue ninguna directriz externa. Es libre e independiente, así como veraz y objetivo. Ya nos gustaría no existir, señal de que todo está como Dios manda, que tanto la Comisión Islámica -no tanto de España-, como toda esa pléyade de federaciones que le bailan el agua, hacen medianamente bien sus deberes. Con eso sería suficiente para abandonar cualquier posicionamiento crítico, sin embargo, todo está bajo sospecha, lo que hace inalcanzable nuestro anhelo.
Es tanto su desatino que para todas estas organizaciones cualquier crítica a su modelo de gestión les resulta ofensiva y buscan cualquier excusa para desmoralizar y reducir a poco a quienes intentan sacar a la luz sus historias de ocultismo. Los rezos en la garganta de la noche (Qiam) tienen que servir para hacer mejor las cosas durante el día, al menos para quienes tienen en sus manos los asuntos de los demás. Cada vez es más grande la evidencia de que a pesar de que están aquí siguen con pensamientos de alguna estrella lejana.
IN es partidario de un Islam abierto, diáfano, sencillo y apto para todos. Contrario a ese Islam claustrofóbico que favorece la autoexclusión. Un Islam adaptado a los preceptos constitucionales, de modo que la ciudadanía sea el motor principal de cualquier actividad social, empresarial o de cualquier otro tipo. Primero ciudadanos y luego musulmanes. Las enseñanzas del Profeta, sws, van por ese camino. La célebre anécdota del “antes ata tu camello” es bastante explícita.
Una información tardía
El anuncio de la IIUS sobre su II Foro, celebrado los días 16 y 17 de noviembre de 2024, bajo el título Conocimiento, Comunidad y Espiritualidad, contiene información sesgada, es insípida y está falta del rigor esencial de las cosas. Se echa en falta el material gráfico propio de estas celebraciones. Y lo hay. No es nada normal que un centro que se define como “Universidad” no divulgue imágenes y vídeos de la clausura de un ciclo académico, así como reseñas de esa convivencia cívica y espiritual de la que se presume.
La información evidencia que IIUS y la Casa de Ciencias y Conocimiento de Barcelona, CCCB, son un mismo cuerpo con distintos perfiles. En su resumen de actividad sobre el evento clausurado se transmite un clima de amor y fraternidad, así como signos que inducen a pensar que el negocio va viento en popa, sin embargo, toda esa propaganda de familia feliz y de empresa de éxito no contrasta con la seria y regia evidencia que ofrece el Registro Mercantil a la que está adscrita y obligada la empresa International Islamic University: su último anuncio en BORME, publicado el 16 de mayo de 2018, es relativo a su constitución, es decir, que desde esa fecha (6,5 años) no hay datos sobre depósito de cuentas. En el Estado y Condición de la mercantil International Islamic University no están disponibles su informe financiero, su balance y cuenta de resultados. En su lugar figura “sin indicios de actividad”. Esto último se debe a la falta de actividad registral por parte del señor Benjelloun, administrador único y dueño del total de las participaciones de dicha sociedad.
Son estas cosas las que duelen, pues ya no solo porque se hace uso de un término (Universidad) que por su excelencia debería tenerse en alto concepto, sino también por respeto al legado histórico que dejaron aquellas grandes y extraordinarias universidades musulmanas en España.
La sociedad bajo el mando del presidente de la FEERI actúa bajo distintos epígrafes: 8510, 8520, 8531 y 8532, todos ellos relativos a educación preprimaria; primaria; secundaria general y otras de carácter técnico profesional, todos ellos muy alejados del CNAE 8543, de uso exclusivo para la educación universitaria.
La nota de la IIUS hace referencia a rezos nocturnos y vida monacal, lo cual debería traducirse también en una mayor conciencia ciudadana. Más aún si leemos que los alumnos titulados han sido 38, lo que en términos financieros viene a decir que se hizo caja. Hacienda somos todos.
La IIUS comparte domicilio social con la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas, FEERI, en la calle Ericas, 17, Murcia.
En el mismo número (17) hay domiciliada también una sociedad de nombre Sanabil Pan, sociedad limitada, constituida hace 4 años, 5 meses y 27 días. Su objeto social es el de fabricación de pan y de productos frescos de panadería y pastelería y compraventa de productos alimenticios. Su CNAE principal es el 1071. Según datos consultados, Sanabil Pan padece el mismo mal que la International Islamic University: Sin presentación de cuentas desde su constitución.
La no presentación de cuentas delata administración desleal, así como una clara indiferencia hacia los deberes inherentes a toda actividad mercantil. Así es muy difícil avanzar en respeto y reconocimiento.
En el número 3 de la misma calle, hay otras dos empresas. Una constituida en febrero 2024, Espacio Habitamur, SL y otra en julio 2024, Supermercado y Restaurante Mur, SLU, ambas enfocadas a la restauración y con el presidente de FEERI como protagonista. También figura alguna participación por Campos del Río, Murcia.
Títulos
La IIUS informa de la entrega de titulaciones, sin embargo, una omisión destacada y que puede causar más de un perjuicio a los alumnos es el vacío informativo sobre la validez legal de dichos estudios en España y, si una vez cursados serán homologados o contarán con el reconocimiento académico del Ministerio de Educación, aspecto este fundamental de cara al cómputo de requisitos y experiencia tanto formativa como laboral en España. Demasiados cursos y dinero se van gastando muchos alumnos para que al final se topen con la desagradable sorpresa de no ser admitidos por la administración. De la IIUS no hay ni rastro en el Registro de Universidades del Ministerio de Educación.
Las credenciales que otorga la IIUS tienen más efecto terapéutico emocional que técnico profesional, bastante alejadas de aquellas titulaciones naturales propias de un centro superior contrastado.
Se hace necesaria la intervención del ministerio a fin de que regule la actividad de estos centros que van por libre y que utilizan el término universidad sin el debido rigor, siendo una de sus consecuencias un mayor grado de confusión con resultados de desaliento y frustración. Un ejemplo es la web de la IIUS. No hay datos sobre el Equipo de Gobierno, Equipo Rectoral, Consejo de Gobierno, Inspección de Servicios, Consejo Social, Defensa Universitaria, etcétera. Menos aún, portal de transparencia, atención online, campus virtual, sede electrónica, biblioteca…
Su estructura digital tampoco es para tirar cohetes. Su perfil se adapta más al de una entidad religiosa que denota ciertas aspiraciones pero sin alcanzar su total cumplimiento. Adolece de los fundamentos más elementales de un centro de educación superior. No dispone de los condicionantes básicos y de obligado cumplimiento a cualquier proyecto en la Red: las publicaciones online que generen algún tipo de ingreso a sus administradores, ya sea en forma de compraventa, o de publicidad y patrocinio requiere un aviso legal, exigidos en la legislación española sobre servicios de la sociedad de la información y de comercio electrónico, más conocida como LSSI-CE.
Por otro lado, se hace uso de productos audiovisuales mediante imágenes que pueden producir confusión a la hora de determinar su enclave físico, haciéndolo parecer por inducción mucho más importante de lo que es en realidad.
3H INVERSIONES LLOBREGAT SL, con C.I.F. número B67203422 es titular del pleno dominio de 100,000000% de la finca en la que IIUS y la Casa de las Ciencias y del Conocimiento de Barcelona, CCCB, comparten domicilio de actividad en la capital catalana en la calle Cisell, 22. La superficie de dicha finca, según los datos obrantes en el Registro Mercantil de Barcelona, no exceden de los 1020m2.
Un poco de historia
Cuando en septiembre de 2016 Rachid Boutarbouch y Badar Hijra anunciaron la puesta en marcha de una “Universidad Islámica” en San Sebastián muchos periódicos se hicieron eco de la noticia. Unos por su carácter novedoso; otros, porque el perfil de sus impulsores no era preludio de buenas nuevas...
Seguirá