
El artículo propone también un pequeño test para detectar el grado de adicción a la red así como estrategias para luchar contra ese FOMO. Y también habla de datos muy inquietantes:
- Muertes a Causa de Internet en Corea del Sur: En los últimos cinco años, la adicción a Internet se ha considerado una crisis de salud pública en Corea del Sur, la nación más cableada. El problema se convirtió en un asunto nacional después de que algunos usuarios murieran de agotamiento después de jugar en línea. En 2008 se empieza a decir que el 97 % de los usuarios de Internet entre 13 y 30 años tienen una adicción.
- Muertes al Volante y Uso del Teléfono: Mandar mensajes mientras se conduce es la mayor causa de muerte entre los conductores adolescentes. Cada año, 3,000 adolescentes mueren y 300,000 sufren heridas por estar mandando mensajes de texto mientras conducen.
- Daño Cerebral: Pasar 8 horas o más al día con videojuegos está relacionado con un daño cerebral y una disminución del cerebro en adolescentes.
Estamos dejando que nuestros hijos sean parte de un experimento potencialmente desastroso. El daño no se limita a la disminución del córtex cerebral, sino que también hay preocupaciones sobre el cáncer, el Alzheimer y otras demencias.
En otro artículo publicado en el Journal of Integrative Neuroscience, se explica la evidencia de que la estimulación sensorial crónica a través de la exposición excesiva a la pantalla afecta al desarrollo del cerebro y aumenta el riesgo de trastornos cognitivos, emocionales y conductuales en adolescentes y en adultos jóvenes.
“Evidencia emergente sugiere que algunos de estos efectos son similares a los observados en adultos con síndromes de deterioro cognitivo leve en las primeras etapas de la demencia, incluidos problemas de concentración, orientación, adquisición de recuerdos recientes, recuerdos pasados, funcionamiento social y autocuidado. Se sabe que el tiempo de pantalla excesivo altera la materia gris y los volúmenes blancos en el cerebro, aumenta el riesgo de trastornos mentales y perjudica la adquisición de recuerdos y el aprendizaje, que son factores de riesgo conocidos para la demencia.”
En el artículo titulado Demencia Digital, publicado por la Revista de la Europa del Este de Humanidades Médicas y Bioéticas, se dice textualmente: “El desarrollo de la tecnología de comunicación, especialmente la tecnología móvil, que se ha vuelto casi indispensable, conduce en algunas situaciones a efectos negativos en las capacidades cognitivas de los usuarios, efectos denominados demencia digital.
Se ha dicho que el diagnóstico de demencia digital reúne una serie de síntomas similares a los del Alzheimer en el caso del uso intensivo de teléfono móvil y el hábito de realizar varias actividades digitales simultáneamente.
Factores que afectan la dependencia de los teléfonos inteligentes y la demencia digital: los teléfonos inteligentes están afectando no solo nuestra vida cotidiana, sino también nuestro negocio, causando directamente diversos efectos secundarios.
Pero hasta ahora muchas investigaciones solo se han centrado en la satisfacción del usuario. El objetivo ahora es investigar los efectos que tiene la dependencia de los teléfonos inteligentes en la demencia digital, que es uno de los efectos negativos de los teléfonos inteligentes.”
La demencia digital está haciendo la vida más difícil de lo que debería ser. Se supone que las tecnologías nos facilitan la vida, pero la realidad es que no. Está haciendo la vida más difícil, resultando en una degradación mental y física desde niños hasta adultos mayores.
Se ha descubierto que la información de nuestras computadoras, teléfonos inteligentes, tabletas y más causa un colapso en las habilidades cognitivas de un ser humano de una manera que tradicionalmente se asocia con una lesión en la cabeza o una enfermedad psiquiátrica.
Correos electrónicos, mensajes instantáneos, notificaciones de redes sociales, pestañas abiertas del navegador contribuyen al fenómeno de la demencia digital, el asesino tecnológico silencioso y su ciclo continuo.
Consumimos tantos datos en un solo día como los que consumiría una persona promedio del siglo XV en toda su vida. Cortar con la tecnología de vez en cuando, tomar descansos, enderezar la postura, leer un libro, apagar las radiaciones, gestionar el tiempo son algunas de las alternativas.
Lo que nos falta demasiadas veces es la voluntad. Y es que ahí está la clave de todo. La clave está en la dopamina. En un momento vamos a hablar de eso. Las pantallas están diseñadas para generar adicción y, por tanto, todo lo que nuestros hijos están viendo a través de ellas tiene un propósito y el propósito es mantenerte adicto.