Pese a los esfuerzos de los empresarios por mejorar la seguridad de sus trabajadores, la siniestralidad laboral sigue estando en cifras preocupantes: en 2022 fallecieron 826 personas en accidente de trabajo, un 17,2% más que el año anterior, según datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social.
Con motivo del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo (28 de mayo), el despacho de abogados Círculo Legal Madrid, en colaboración con la Cámara de Comercio Alemana para España y TÜV SUD, ha celebrado este jueves un evento informativo en el que un grupo de expertos ha abordado la cuestión y analizado el papel del empresario frente a la siniestralidad laboral.
En sus presentaciones iniciales, tanto Tanja Nause, directora de Socios y Eventos de la Cámara de Comercio Alemana para España como y Felipe García, abogado y socio de Círculo Legal, han señalado el "inquietante" repunte en el número de accidentes de trabajo, que, tras la superación de la pandemia y la recuperación de la actividad económica, "parece haberse situado por encima de las cifras de 2019".
En los dos primeros meses de 2023 se han producido ya un total de 174.628 accidentes de trabajo. En lo que respecta a los accidentes que acabaron en fallecimiento, la cifra se sitúa en 114. "Si bien se ha producido una ligera reducción respecto a 2022, seguimos hablando de cifras elevadísimas que nos recuerdan que la prevención de riesgos laborales es un tema de todos y que debe estar más presente que nunca en las empresas", ha recordado Felipe García.
La necesidad de crear un entorno laboral seguro
La mesa de debate contó con la participación de Diego Cabezuela, abogado y socio director de Círculo Legal, María Elena Carrascoso, Fiscal adscrita al Fiscal de Sala de Seguridad y Salud en el Trabajo de la Fiscalía General del Estado, Eva Pardo, Health, Safety and Environment Manager de Medinsa, y Victoria Gutiérrez, Bussines Line Manager de Sostenibilidad y Buen Gobierno de TÜV SÜD.
Por parte de TÜV SÜD, Victoria Gutiérrez, puso el foco en la forma en que pueden las empresas garantizar un entorno laboral seguro y en las políticas más efectivas para ello. "Es importante realizar un análisis de causas exhaustivo, así como, establecer metodologías de gestión que den soporte a la investigación de los accidentes", afirmó la experta, quien señaló al Sistema de Gestión basado en la ISO 45001 como una "iniciativa clave" para establecer dichas políticas de seguridad. Eva Pardo, de Medinsa, destacó las garantías de seguridad que proporciona la implementación en las empresas de la Norma mencionada y refirió la experiencia decisiva que ello supuso en su propia empresa.
Una difícil defensa por parte del empresario
Por su parte, Diego Cabezuela puso de relieve el sentimiento generalizado de inseguridad jurídica que invade a los empresarios en los procesos penales por accidentes graves y a las dificultades de contrarrestar los informes de la Inspección de Trabajo que se convierten en una especie de prueba de cargo indestructible.
"Cuando tienen lugar accidentes con causas complejas, los informes o actas de la Inspección no siempre tienen la profundidad necesaria para establecer las causas de un accidente, a pesar de lo cual, su peso dentro del proceso, casi siempre es determinante". El abogado añadió que en muchas ocasiones esta actuación de la Inspección en el proceso resulta "excesiva y limitativa del derecho de defensa de los empresarios".
Sobre este mismo aspecto la Fiscal Maria Elena Carrascoso mantuvo una posición diferente. Destacó la importancia de la Inspección de Trabajo y el hecho de que ésta tome conocimiento de las circunstancias de un accidente desde el momento mismo en que éste se produce, añadiendo que, por ello, sus informes constituyen un material imprescindible para fundar los Escritos de Acusación. También señaló la Fiscal que el empresario es "un deudor de seguridad" para sus trabajadores y empleados.
A lo largo del debate se puso también de relieve la desorientación del empresario ante el tratamiento que reciben los accidentes producidos como consecuencia de la imprudencia, o a veces incluso, la desobediencia del trabajador o empleado que es víctima del accidente. "Los accidentes graves son siempre trágicos, pero se acostumbra a señalar y responsabilizar a los empresarios, incluso en aquellos casos en los que éstos hayan puesto todos los medios a su alcance para evitarlo", comentó al respecto Diego Cabezuela.