La pérdida de un ser querido siempre es dolorosa. Lo mismo sucede cuando hablamos de nuestras mascotas, esos animales que nos acompañan en nuestra vida bien sean perros, gatos, loros, tortugas o cualquiera otra.
Para poder darles la última despedida, existen múltiples cementerios para animales repartidos por toda la península en los que se ayuda a afrontar este trance y ofrecerle a nuestro amigo un lugar de descanso eterno.
Muchos de estos cementerios surgieron a raíz de la defunción de las propias mascotas de sus propietarios, quienes decidieron habilitar espacios legales para brindar esta oportunidad a las personas que pasan por este mismo trance.
Los más antiguos datan de la época de los 70, y muchos destacan por su belleza y plena armonización con la naturaleza.
Los entendidos en la materia destacan el Cementerio de Pequeños Animales en Torrelles de Llobregat, Cataluña, como uno de los cementerios de mascotas más bonitos de España. Fundado en 1972 acoge a perros, gatos, camaleones, tortugas, pájaros, hámsteres… y cuenta con un gran panteón en honor al pastor alemán Dan, por ayudar a los bomberos y a la policía de Barcelona a salvar a 65 personas víctimas de catástrofes, derrumbamientos e incendios. Destaca también el Monumento a los Veterinarios del Mundo.
También en Cataluña se sitúa Última Llar, fundado en 1997 a las afueras de Reus. Constituye un bonito entorno rural con más de 7500 metros cuadrados de zonas ajardinadas en las que ofrece servicios de entierro e incineración, además de sala de tanatorio con velatorio. Dispone de un muro de epitafios donde dejar un texto de despedida con el nombre y foto de la mascota.
Otros de los cementerios dignos de visitar por su belleza y buena organización son El Último Parque en Arganda del Rey, en el que alberga en torno a 4000 mascotas descansando en sus instalaciones rodeadas de viñedos y pinares; La Vida es Huella, en la ciudad de A Coruña, y el Parque del Recuerdo en Ciruelos, Toledo, donde ofrece los mismos servicios con precios entre 70 y 250 euros con contratos de dos años y renovaciones anuales por 60 euros.
La mayoría de los cementerios para mascotas ofrecen un servicio completo para la recogida del animal en la clínica veterinaria o en el domicilio particular, traslado y enterramiento con una ceremonia íntima.
Trámites
Al igual que cuando fallece una persona, en España está prohibido enterrar animales en sitios no autorizados, ya sean públicos o privados, en bosques, fincas particulares o jardines. En el caso de animales domésticos, es necesario dar de baja el chip de identificación del animal y comunicarlo en el registro de animales del municipio. Si el fallecimiento ha tenido lugar en la clínica veterinaria, es habitual que ellos se ocupen de todo. En el caso de animales abandonados o sin chip, serán los servicios municipales quienes asuman esas gestiones.
En cualquier circunstancia, y a semejanza de los seguros de defunción para las personas, existen seguros de cobertura para nuestros animales de compañía para gestionar el sepelio.