Durante el acto de cambio de denominación se procedió a realizar un análisis de la situación de los musulmanes en España, destacando la falta de actividad y de decisiones conducentes a mejorar su situación por parte de la CIE
Incluir la palabra España en vez de Valencia no hará mejor a la entidad. Se trata de un simple simbolismo al que acude Ratbi cada vez que le sobrecoge su experiencia como exmiembro de la Comisión Islámica de España, un paso, éste, que marcó para siempre su conducta y pensamiento a la hora de analizar y valorar la situación de los musulmanes en España.
Ratbi hizo un llamamiento a todas las asociaciones para que se interesen por el nuevo proyecto, comprometiéndose a dotarlo del dinamismo necesario y a abordar los problemas y las soluciones necesarias.
El encuentro fue inaugurado por Saleh Al-Antari, vicepresidente del Consejo Supremo de la Comunidad Valenciana. En su alocución dio la bienvenida a los asistentes, señalando que “este encuentro de alto nivel constituye una oportunidad para analizar la situación actual de los asuntos religiosos y las condiciones de los musulmanes en España e iniciar un debate sobre diversas propuestas”.
Saíd Ratbi destacó también que “este encuentro es una oportunidad para resaltar la importancia de reflexionar sobre la situación actual de los musulmanes en España y buscar fórmulas y métodos adecuados para una representación “organizada y eficaz” de los musulmanes en este país, especialmente debido a los cambios y conflictos que se están produciendo en el ámbito religioso en los últimos años”
Los asistentes acordaron un marco de cooperación conjunta para abordar los problemas y dificultades que enfrentan las asociaciones y centros islámicos, además de acordar trabajar juntos para hacer visible la práctica religiosa y normalizarla en la sociedad española.
Una cuestión en la que se incidió es la problemática de los cementerios, comprometiéndose todos a la búsqueda de soluciones.
Otro de los aspectos en el que se extendió el debate es mantener viva la filosofía de la organización y que desde sus inicios viene aplicando, y que no es otra que promover una convivencia pacífica, un ejercicio sereno y moderado de la fe musulmana, así como el rechazo a cualquier tipo extremismo, especialmente enfocado a su prevención entre los jóvenes.
En todos los actos de cambios y de nuevos proyectos se nota la ausencia participativa de la mujer. Tal vez una buena iniciativa sea esa, dar participación a las mujeres y que todo esto no sea una actividad exclusiva de hombres. Puede que así alguna cosa avance.