Qué es halal
Este término es aplicado a productos destinados a la alimentación, ya sean productos sólidos o bebidas, así como a productos destinados a la higiene personal, cosmética, peluquería, vestimenta, ocio, así como a otros aspectos de la vida cotidiana, sin olvidar aquellos otros que tienen el concepto de servicios, tales como el turismo halal, tan en boga en estos tiempos, o bien a los servicios financieros de carácter halal, sin olvidar aquellos otros que tienen relación directa con contratos de compraventa o prestación de servicios diversos.
El halal no es solo un plato sin cerdo; antes bien, la dimensión del halal es mucho más amplia y de esencia mucho más universal, tanto como que afecta al ser humano en todas las facetas de su vida, incluso llega a establecer pautas de relación del musulmán con el no musulmán, de modo que la aplicación de cualquier aspecto halal no cause perjuicio a quien no es musulmán.
El Halal es, pues, el método que regula la vida de todo musulmán, ya sea para comer, vestir, viajar, comprar productos para higiene y belleza personal, contratar servicios de viajes y certámenes privados y profesionales, contratar, vender, comprar, etc. Todo debe regirse en torno a normas que tengan como fin mantener un equilibrio sin perjuicio para nadie.
La alimentación es el sector más expuesto a la norma halal. De este modo, para que un alimento o bebida sea considerado halal, debe ajustarse a la normativa islámica recogida en El Corán, en las tradiciones del Profeta Muhammad (sws) y en las enseñanzas y disposiciones de los juristas musulmanes.
Así, para que un alimento o bebida pueda ser declarado halal debe estar exento de cualquier sustancia o ingrediente no lícito (Haram) o de cualquier componente que proceda de un animal o sustancia prohibida.
Debe ser un producto elaborado y/o almacenado usando utensilios, maquinaria y recursos humanos conforme a lo que estipulen las normas establecidas en el Islam referidas a la regulación de productos y servicios halal, siempre atendiendo las normas sanitarias españolas, comunitarias e internacionales vigentes en cada momento.
El producto halal destinado a la alimentación no debe estar en contacto con una sustancia o producto prohibido durante su elaboración, producción, procesado, almacenamiento y transporte. Su trazabilidad debe mantenerse y respetarse en todo momento.
Los animales deben ser sacrificados de acuerdo con lo prescrito por la Ley Islámica.
Los pescados se consideran halal siempre y cuando tengan escamas. Los criados en piscifactorías y en otro tipo de explotaciones deberán certificar el proceso de crianza y engorde de los peces.
Los alimentos deben estar compuestos por materias primas, ingredientes como conservantes, colorantes o aromas que en su origen o composición sean considerados halal.
Los piensos y alimentos animales deben contener siempre ingredientes halal.
Cuando el término halal se aplica a establecimientos del sector servicios (hoteles, hostales, bungalows, resorts, etc.), significa que estos cumplen con las condiciones requeridas por los musulmanes en cuanto a cocina halal (siempre separada y diferenciada del resto), hospedaje, transportes, sitio dedicado a la oración e instalaciones necesarias para la realización de las abluciones previas al rezo.
Cuando el término halal se aplica a productos de cosmética, perfumería, farmacia, puericultura, materiales de parafarmacia, higiene o higiene industrial implica que los mismos se han elaborado conforme a las normas establecidas por el Islam, entendiéndose que han seguido un procedimiento halal y que están exentos en su composición de productos o ingredientes haram y/o derivados.
Cuando el término halal se aplica a productos financieros implica que los mismos cumplen con las condiciones exigidas por el Islam, en todo lo referido a tipos de interés, mora y otros condicionantes establecidos por el Islam.