La Mandubía, cuento y verdad (1 de 2)
/ Lo legal no siempre es lo correcto
/ “Se hace necesario abordar un enfoque innovador de la Da´wa (predicación) capaz de seguir el ritmo de la actualidad mundial y de responder adecuadamente a las aspiraciones de la nación islámica”, Ahmed Toufiq, ministro del Habus y Asuntos Musulmanes
/ La realidad que expone el ministro se hace más notoria en Ceuta, ciudad que alberga diferentes credos y culturas, y en las que el respeto al diferente es vital y debe permanecer inalterable
En un encuentro reciente entre el ministro del Habus y Asuntos Islámicos de Marruecos, Ahmed Toufiq, y el ministro saudí de Asuntos Islámicos, Cheikh Abdellatif Ben Abdulaziz Ben Abderrahman Al Cheikh, ambos se elogiaron mutuamente por el esfuerzo en la lucha contra la incitación al odio, el extremismo y el fanatismo, además de consolidar los principios de moderación y tolerancia.
Otra de las prioridades del ministerio de Toufiq es la cruzada contra la desinformación religiosa online, orquestada por ese cada vez más creciente número de predicadores que han hecho de internet su púlpito y lugar para expandir sus doctrinas religiosas.
El ministro ha reorganizado los distintos departamentos del ministerio reforzando significativamente la gestión técnica relacionada con la producción de contenidos religiosos fiables y adaptados a la era digital. Esta acción tiene como objetivo estructurar una comunicación completa.
En respuesta a una pregunta del diputado Khalid Satti, de la Unión Nacional del Trabajo en Marruecos, el ministro indicó que su departamento era plenamente consciente de la necesidad de actualizar el discurso religioso en Internet. Explicó que las plataformas oficiales del ministerio y de los consejos regionales estaban trabajando para lograr un equilibrio que satisfaga las necesidades de los ciudadanos. Entre las muchas decisiones sobre este asunto tan crucial para la identidad religiosa marroquí, destacan los programas de formación digital de cerca de 4000 imames, a fin de familiarizarles en el manejo de herramientas modernas de comunicación, lo que les permitirá ofrecer un contenido religioso interactivo y relevante, adaptado a los diferentes públicos, en particular a los jóvenes.
Más de 200.000 contenidos digitales con más de 1,8 millones de visitantes, de los cuales el 70% son jóvenes. Gestión de más de 20 páginas de Facebook, con más de 700.000 suscriptores, así como más de 800.000 seguidores de 282 páginas vinculados a los consejos de ulemas. Las acciones del ministerio en este sentido son amplias y llevaría tiempo hablar de todas ellas.
Ceuta
Las mezquitas de Ceuta son gestionadas íntegramente desde la delegación del ministerio en Rincón de Mdiq, lo que se conoce como Al Mandubía. Y deben seguir bajo su dirección, pero con nuevos matices y nuevos replanteamientos, de modo que nadie se sienta desplazado y/o olvidado.
Con un presupuesto cercano al millón y medio de euros, La Mandubía se encarga de que las mezquitas y otros lugares de oración se mantengan funcionando durante todo el año. Se abren y cierran un mínimo de 5 veces diarias, cubriendo las necesidades de los creyentes desde la oración del alba, mediodía, tarde, ocaso y la de la noche que cierra el día. Así, de forma ininterrumpida, y adaptándose continuamente a los horarios de cada época del año.
No es fácil todo esto. La situación requiere procedimientos sólidos, gran cantidad de recursos humanos y materiales, así como el cumplimiento de normas estables que faciliten el ejercicio de la fe de forma serena y sin sobresaltos.
Hay que imaginar todo un año, y otro, y otro, abriendo y cerrando para preservar ese microclima exento de exploradores anunciando paraísos de ensueño enfundados en hábitos de noble apariencia y que, según se les replique, se antojan de esencia y perfil extremista y radical. El ministro Toufiq tiene razón en muchas cosas.
Por eso mismo es hora de pedirle que analice también la situación de las mezquitas y otros lugares de oración existentes en Ceuta y que están bajo su serena dirección, pues es poco y nada lo que llega de los cambios anunciados desde su ministerio.
La gestión de La Mandubia de Rincón hace el efecto de espacios desangelados de los que la práctica espiritual se mudó hace tiempo. Se trata de un abre y cierra mecánico en los que la oración es motivo pero sin más fuerza que la motricidad de un hábito que se repite cinco veces al día. Es mucho tiempo sin cambios, mucho tiempo con lo mismo. Son tiempos agrios para el espíritu y el cuidado del alma.
Las mezquitas de Ceuta se gestionan con la misma batuta que las de Castillejos, Rincón o Tetuán, y no debería ser así. Ceuta, por su singularidad social, cultural y la existencia de credos diferentes al Islam, exige acordes distintos y adaptados a su peculiaridad identitaria.
Se hace necesaria una clara exhibición y una aplicación efectiva de los valores de moderación y tolerancia que preconiza el ministerio. Y siempre con la asistencia de recursos tecnológicos y otros que impidan e intimiden cualquier amago de implantación de radicalismos.
Los extremismos no se curan restringiendo la libertad de los lugares de oración, antes bien, han de ser utilizados como arma efectiva para contrarrestar la perniciosa influencia de los extremos, más aún si se trata de juventud en tierna edad. El asunto de los pequeños es otro cantar. La ausencia de la Mandubía en la delicada cuestión de los más pequeños ha favorecido la proliferación de colegios, asociaciones y entidades culturales de signo religioso sin estándar pedagógico y sin que sus directores presenten titulación mínimamente suficiente. Otro grupo vulnerable del que La Mandubía nunca se ocupó es de las mujeres. Totalmente invisibilizadas.
Resulta descorazonador que se controlen mezquitas y otros lugares de oración y se desatiendan aquellos espacios destinados a los grupos más vulnerables
La consiga: abrir, rezar y echar postigos resuenan como mazo en yunque, malogrando ilusiones y esperanzas de personas que buscan algo más que rezar, ya sea horizontes de misticidad o cualesquiera otros de índole humana.
Desacuerdo
No son pocos los ciudadanos musulmanes que están en desacuerdo con los métodos utilizados por La Mandubía a la hora de administrar las mezquitas y otros lugares de culto en Ceuta.
Seguirá